sexta-feira, 26 de março de 2010

Que Pasaría?

Por Gregorio Baremblitt


El conflicto palestino – israelí es uno de los problemas mas crueles, tristes e insolubles de medio oriente y, probablemente, del mundo actual.
El pueblo palestino quiere retornar a lo que era parte importante de su territorio, ocupado por Israel después de una guerra contra varios países árabes, que Israel no comenzó y que tuvo la “mala suerte” de ganar. Los palestinos se proponen fundar un Estado, cuya sede central estaría en un local de Jerusalén dominada por Israel, y en uno de de cuyos lugares los israelitas están edificando un templo. Israel es una nación, fundada por el Movimiento Sionista Mundial, concedida por la ONU en un protectorado del Reino Unido como reparación por el asesinato de seis millones de judíos por los nazis en la segunda guerra mundial y muchos más durante la Diáspora (resultante de la antigua expulsión de los hebreos de su país por el Imperio Romano). Al parecer, la ONU indemnizó a la comunidad palestina por la “concesión” de parte de sus dominios.
Israel es una nación, con su correspondiente Estado y con un gobierno elegido democráticamente en un pleito poli partidario, con sectores progresistas y otros conservadores y, en especial, religiosos. El pueblo palestino siempre fué un pueblo semi-nómada (que nunca tuvo un Estado), y que actualmente tiene un gobierno poco reconocido por su comunidad, la Autoridad Nacional Palestina, y también parcialmente dominado por dos movimientos guerrilleros de resistencia, “más o menos” terroristas: Al Fatah y el Hammas.
Poco tiempo después de su fundación, Israel fue atacada en repetidas oportunidades por alianzas entre los palestinos y otros países árabes dotados de fuerzas armadas muy numerosas. En casi todas las ocasiones, como ya adelantamos, en la llamada faja de Gaza y en la Cisjordania, Israel salió victorioso y amplió su territorio original invadiendo territorio palestino y árabe. Durante un lago período histórico e innumerables negociaciones, Israel firmo tratados de paz con Egipto, Arabia Saudita, Jordania y otros países árabes, pero con varios otros (Siria, Libia, Irak, Irán, Afganistán) la situación se mantuvo inestable o francamente hostil.
Años atrás, Israel permitía la entrada y salida, el libre tránsito, la permanencia y trabajo de los palestinos por “su” territorio. A medida en que Israel fue construyendo asentamientos colonizados en el ex territorio palestino y en que Hammas y Al Fatah reaccionaron con numerosos atentados suicidas y con disparos de mísiles dotados del alcance necesario como para estallar en algunas ciudades israelíes provocando víctimas, Israel impuso crecientes restricciones a los palestinos. Las organizaciones palestinas y sus aliados, a su vez contraatacaron con operaciones militares variadas, ocasionando numerosos muertos y heridos en ciudades israelíes frente a lo cual Israel construyó un muro que separaba las dos poblaciones y que controlaba rigurosamente el pasaje de entrada y salida de palestinos. Israel mantiene numerosos prisioneros palestinos de guerra y los derechos “concedidos” a los palestinos dentro del territorio israelí disminuyeron radicalmente así como la seguridad de militares o de civiles extranjeros, en territorio palestino, adquirió un alto grado de peligrosidad para ellos. En general se afirma que las retaliaciones israelíes son desproporcionadas, no obstante Israel afirma que sus agresiones a civiles palestinos son lamentables pero inevitables, en la medida en que las fuerzas terroristas palestinas no son un ejército regular y usan civiles como escudos y armas. Por su parte las fuerzas palestinas asumidamente no diferencian entre civiles y militares israelíes como objetivos de destrucción.
Es sabido que Israel es el principal aliado militar y comercial de los Estados Unidos de Norteamérica en Oriente Medio así como que es altamente probable que para buena parte de los países árabes y no árabes de la región los palestinos sean una especie de avanzada aliada de resistencia anti sionista, anti israelita y anti semita, explícita o no, contra occidente (dicho en un sentido muy amplio, porque países como Rusia, China, y Asia Menor) son contrarios a Israel. Esa enemistad, (también explícita o no) tiene mucho que ver con la alianza Israel - EEUU.
Los numerosos países de Oriente Medio que, manifiestamente o no, ayudan a los palestinos, lo hacen mucho más con armamentos que con alimentos, medicamentos, aceptación de inmigración palestina en sus territorios nacionales etc. Los palestinos, aplastados en el juego entre los bloques “amigos” y enemigos, son un pueblo pobrísimo, que padece privaciones atroces y que sobrevive hacinado en miserables campos de exilados, siendo imposible no hacer constar que eso acontece dentro un sub continente de “simpatizantes” de enorme extensión de tierras y riqueza petrolífera. Obviamente, lo que Israel es para los EEUU, los palestinos son para un complejo y oscuro bloque, sea de partidarios del pan arabismo o no. A ese bloque no le conviene ayudar a los palestinos de maneras que “solucionen” sus necesidades y corran peligro de entibiarse como eternos enemigos de Israel. Por otra parte, organizaciones terroristas como la liderada por Osana Bin Laden son fuertemente anti israelíes, y anti semitas y apoyan de diversas maneras a los terroristas palestinos.
Es de opinión general que Israel es ya una potencia atómica, es decir que posee los armamentos correspondientes a esa condición. Lo mismo ocurre, más manifiestamente, con Pakistán. Como se sabe, el presidente de Irán (país que parece estar procurando activamente la construcción de armas atómicas) ha declarado que los principios políticos de su país incluyen “apagar” el estado de Israel de la faz de la Tierra, en lo que coinciden con Al Fatah e innumerables movimientos en Medio Oriente.
Este más que sintético repaso del doloroso conflicto palestino-israelí, no es más que un marco para hacer una suposición bélico estratégica, que a su vez, es menos que el comienzo de una profunda reflexión acerca de que pasaría en Medio Oriente si Israel, Irán o cualquiera de las demás potencias, directa o indirectamente involucradas en la con-tienda…resolviese disparar una de las diferentes “bombas atómicas” contra uno de los dos principales adversarios del citado conflicto.
Como el presente escrito es una “ estocada” es decir apenas un “toque” que pretende más sorprender que analizar y mucho menos resolver las cuestiones que trata, me justifico por la respuesta a la vez simplista y enigmática a la pregunta anterior.
Que pasaría si un arma atómica fuese usada en esa guerra? La respuesta que creemos plausible es : NADA!… DECIDIDAMENTE NADA! “Nada” que no sea, por supuesto, el colosal pan-genocidio de habitantes que viven en ciudades hiper pobladas y próximas entre si. NADA, dicho en el sentido de un castigo atómico inmediato.
El argumento para justificar esta TERRIBLE HIPÓTESIS, se aplica a cualquier situación en que algún país o sector se viese tentado a iniciar un ataque atómico por las dementes o accidentales razones que sea.
La retaliación atómica, en un mundo falsamente globalizado en el cual las enemistades (sean uni-nacionales o entre bloques explícitos o no), se mantienen vigentes y constantemente renovadas, es casi seguramente inviable. Lo cual da lugar a una paradoja monstrusa. Digamos que sorprendentemente, en esta situación, (parafraseando el famoso proverbio “una golondrina no hace el verano…pero dos hacen un infierno”) el peligro de una pandemia atómica es mucho más probable de lo que se imagina. Y lo mismo vale para la suposición de una retaliación armada convencional mundial masiva coordenada contra el trasgresor…porque, seguramente: “Quien tiró una piedra…es porque tiene otras en el bolsillo”. O sea: en la situación expuesta, no pasaría nada porque puede pasar de todo. Y tal cosa vale más para un segundo ataque que para el primero.
Nadie como un poeta popular argentino, autor de letras de tango, Armando Discépolo ha acuñado el calificativo adecuado para el mundo actual:
-“El mundo si será una porquería…ya lo sé…”-
Obviamente no se trata de que el autor de éstas líneas recomiende, ni los ataques ni las retaliaciones atómicas, todo lo contrario (Que será lo contrario de eso?), apenas intenta mostrar que la corrida armamentista atómica basada en la superioridad explosiva no es solo un siniestro bluff , sino un doble bluff, que si no existe en el juego del poker, habría que inventarlo.