segunda-feira, 16 de maio de 2011

“El imperio hediondo”

Es mundialmente sabido que la horrorosa dictadura militar argentina “patentó”, durante la denominada “guerra sucia” (como si hubiese limpias!), un procedimiento muy original. Muchos de los militantes de la revolución popular, capturados y condenados sin juicio alguno, eran semi dopados con estupefacientes y arrojados al océano desde aviones militares. ese modo de ejecución, sobre el cual se ha escrito mucho, pero nunca lo suficiente, además de su feroz y sádica maldad, parecía tener ciertos rasgos de letal pero dudosa inteligencia.
Es bastante notable que el pueblo argentino (dicho de la manera más empírica y menos “comprobable” posible), ostente una cierta tendencia necrofílica, que entre sus variados síntomas, muestra una especial predisposición a transformar los cadáveres de las víctimas de conflictos políticos en banderas bélicas. Entre los argentinos es conocida la célebre sentencia de un poeta acerca del exilio de los restos mortales de un dictador. El presidente rosas, un tirano “nacionalista”, que mandó a matar a la mayoría de los caudillos de las provincias, que eran sus opositores, e impuso una servidumbre generalizada de todo el territorio nacional al gobierno central.
Desde que ese dictador fue vencido, destituido y deportado, y murió en el exilio, sus partidarios mantenían un interminable combate por la vuelta de sus restos al país. El poeta al que nos referíamos, decididamente anti rosista, escribió “ni el polvo de tus huesos la américa tendrá”. -porqué el bardo, que era expresión de una interminable guerra civil argentina, enfatizaba en el destino del cadáver? Por una razón parecida a aquella que motivó una peregrinación del féretro de Eva perón por varios países, puesto que para que no fuese capturado por los militares argentinos y las organizaciones para militares y para policiales, era importantísimo que no se supiese donde estaba. La inexorable insistencia de sus partidarios y adoradores, consiguió por fin, en un momento de “tregua”, que los restos de la fallecida retornaran al país y tuviesen digno sepelio. No obstante, eso no impidió que posteriormente la tumba fuese violentada y los restos profanados
Porque esa enconada contienda en torno de un cadáver? Eva Perón muerta, con o sin sus restos mortales encabezando a sus huestes, debía producir el mismo efecto emblemático de aglutinación y continuación de la lucha en pro de los valores que esa mujer propugnó en vida. Pero no!, los argentinos sentían que, además de un derecho indiscutible post mortem de ser enterrada en su patria, el cadáver de Evita, lo que quedaba del cuerpo físico de la líder de un importante y contradictorio proceso político, era de insubstituible valor para la continuidad de los movimientos que defendían sus ideales.
Otro caso es el del general José de San Martín, un indiscutible héroe de la liberación argentina y de “medio continente” (como dice una canción argentina) de la dominación española. El libertador murió exiliado en una localidad francesa y su ataúd fue repatriado muchos años después y exhibido en un solemne mausoleo. Esa reparación histórica, no impidió que “los desconocidos de siempre” profanaran el sepulcro y robasen el sable del libertador, símbolo de su colosal empresa histórica.
Para no cansar al lector, terminemos muy incompletamente este relato recordando que Borges, considerado por muchos como el mayor literato de lengua española de todos los tiempos, profundamente descontento con la tesitura política populista de la argentina durante un largo período de su vida, exigió ser enterrado en Suiza, donde residía exilado por propia voluntad. Dada la inmensa importancia de su obra, es posible que el célebre escritor, sensible conocedor de la necrofilia argentina, quisiese evitar cualquier “uso” político su cadáver. Tal vez la decisión de “exilar” sus restos quería ser, en si misma, una lección ético-política para ciertos argentinos.
Pues bien: esa necrofilia argentina, que tiene como parte fundamental la disputa en torno de si (él) o (la) fallecidos (as) continúan o no estando vivos de cierta mágica manera, ha sido considerado por la mayoría de los analistas políticos, en su duplicidad. Por un lado no se puede negar que se trata de un síntoma de “patología” histórica, por el otro es un componente logístico de una guerra perenne. Tal vez sea, como afirman célebres autores, “la verdad implícita en todo delirio”.
El sangriento régimen de la dictadura militar argentina, y aunque con otro sentido militante libertario, las organizaciones y movimientos de defensa de los derechos humanos, han protagonizado una larga y desigual batalla. los militares, en su gran mayoría integrantes y defensores de las oligarquías y las elites reaccionarias argentinas, insisten en denominar a las víctimas del genocidio nacional (30.000) como “desaparecidos”...y sus cuerpos como “irrecuperables” (eufemismo para ilícitamente capturados, torturados, y asesinados sin proceso ni defensa algunos, empleando la forma “aeronáutica” antes descripta, además de muchas otras).
Entre esos movimientos y organizaciones, se destaca, con proporciones gigantescas, el de “las madres de la plaza de mayo” que acusan a los mencionados criminales de guerra, y exigen la devolución de sus hijos “desaparecidos”, no solo en cuerpo presente, sino vivos. Las madres no han aceptado amnistías, ni “indemnizaciones”, y ni siquiera la condena de los jefes de la “desaparición” les ha hecho arriar su bandera. Esa exigencia de las madres tiene, entre otros importantísimos efectos políticos de avanzada, el sentido de denunciar la mentira y la criminalidad de los verdugos, pero también su impotencia para ocultarla, porque 30.000 personas no desaparecen sin dejar rastro alguno en un país que, en aquella época, tenía treinta millones de habitantes.
Por todo lo dicho, es evidente que el mencionado procedimiento de “extravío” marino usado para matar y “ocultar” cuidadosamente esos “desaparecidos” tenía, entre otros, un sentido judiciario y uno político. En todo caso de homicidio, la localización de los restos mortales de la víctima es una evidencia crucial para el fallo y la condena; pero además es un ícono de enorme peso en la lucha política.. Eso ha sido y es inveterada y mundialmente así, véase sino las gigantescas matanzas que ocurrieron y ocurren en torno al supuesto santo sepulcro, al santo sudario etc. no es de descartar que la necrofilia argentina tenga grandes componentes religiosos (la separación constitucional entre la iglesia católica y el estado argentino dejan mucho que desear). No obstante la citada perversión tiene una pregnancia y una motivación extraordinaria y poli causada en ese país.
Es importante señalar que, salvo algún que otro hallazgo, los cuerpos de los desaparecidos argentinos jamás aparecerán. Es claro que eso no fue ni será prueba de la inocencia de las corporaciones militares-policiales, ni de los grupos carniceros tales como “las tres a” y tantos otros para-militares y para-policiales. Por el contrario, la consigna y la militancia de las madres de plaza de mayo así como de grupos y movimientos afines, mucho más allá de haber conseguido, como lo hicieron, la condena de los jefes homicidas, tendrá un efecto imperecedero. Los “desaparecidos” se han tornado una especie de espada de Damocles ético-política fantasma que pesa eterna e inexorablemente sobre todas las fuerzas, entidades y equipamientos que detentan un poder que estructural o eventualmente pretendan repetir sus crímenes hediondos. Pese a todo eso, es importante recordar que la historia se empeña en enseñarnos que se puede ser criminal sin castigo alguno, dependiendo de la fuerza de que se disponga. Es alrededor de éste punto que giran las observaciones de éstas líneas.
Los Estados Unidos de América del norte, la primera democracia burguesa que se fundó en el mundo y también la mayor potencia económica, tecno científica y bélica del mundo actual, es un paradigma de lo que arriba describimos.
Después de haber perpetrado el genocidio de los indios que poblaban su territorio, de ser el país que más “importó” negros africanos para esclavizarlos, de asesinarse entre hermanos en una tremenda guerra civil que dejó un millón de muertos, de despojar por asalto a su vecino del sur: Méjico, de la cuarta parte de sus tierras, de freír innecesariamente a 200.000 civiles en Hiroshima y Nagasaki, de apoyar a decenas de tiranos y dictadores que le servían en los cinco continentes, de haber invadido impunemente países como panamá y granada, de haber financiado una tentativa de invasión de cuba y de haberse apropiado del “ control” de más de una tercera parte del mundo en yalta y durante la guerra fría....nos “sorprende “ en las últimas décadas con nuevas hazañas del mismo cuño.
Derrotado vergonzosamente en el Vietnam, “empatado” ignominiosamente en Corea, en Laos, Camboya etc. nunca dejó de cuidar sus intereses petrolíferos, de gas y de piedras preciosas en medio oriente y en áfrica subsariana.
En una cantidad de países de ésas áreas, además de apoyar en todos los aspectos las monarquías y las dictaduras que le eran aliadas, armó y entrenó a los ejércitos y milicias locales contra contingentes de opositores, contra la ocupación soviética y contra todo impulso de autonomía.
Como es sabido y reconocido, atacó en dos oportunidades al Irak. La primera (guerra del golfo) debido a que Irak había invadido Kuwait y el peligro era el de que los EEUU perdiesen su dominio sobre el petróleo de ese país. La segunda fue la invasión perpetrada por los EEUU en Irak debido a una supuesta construcción, por parte del dictador s. Hussein, de armas atómicas. A esa acusación se sumó la de que Irak alojaba y protegía a Osama Bin Landen y los suyos. Los ataques se perpetraron sin aprobación del consejo de seguridad de la ONU y las acusaciones se demostraron completamente falsas, apenas “racionalizaciones” (mentiras descaradas) del presidente Bush. jr. Para asegurarse la provisión preferencial del petróleo de ese país. Dicho ataque destruyó importantes segmentos de la infraestructura iraquí y mató miles de civiles y soldados de las partes en conflicto (además de increíbles violaciones de los derechos humanos). Está demás decir que la base norteamericana en Irak continúa sediada y que la ocupación militar yanqui continúa sin haber conseguido pacificar ese país. La ocupación norteamericana continuó por Afganistán, con características parecidas a las de Irak y culminó con la misión del comando que mató a Osama Bin Laden, principal enemigo fundamentalista de los EEUU. Conductor del peor episodio terrorista registrado en la historia de la nación del norte. Si esa intromisión fue combinada o no con los pakistaníes (que muy probablemente no necesitaban del protagonismo americano para esa ejecución)., es difícil de saber. Lo que parece claro es que no fue principalmente por las fotos de satélite ni aviones no tripulados que se averiguó el paradero del terrorista. Es mucho más factible que lo que principalmente actuó en ésa localización fueron los billones de dólares que Pakistán recibe de los EEUU anualmente así como los 25 millones de recompensa que se obsequió a quien denunciase la presencia del terrorista.
Es sabido que, en oriente medio y el norte de áfrica, se están deflagrando amplias y persistentes insurrecciones de masas contra gobiernos absolutistas: monárquicos, teocráticos y dictatoriales o pseudo democráticos implantados por elecciones fraudulentas. El panorama es complejo porque esos conflictos internos que enfrentan masas populares con gobiernos represores y corruptos, no son pasibles de análisis maniqueos. El triunfo de cualquiera de las partes, en todos esos levantes, no garantiza, en ningún caso, el nacimiento de un auténtica democracia, sea representativa o, en la cúspide de las expectativas, democracias directas.
Los conflictos étnico-religiosos (árabes y no árabes, xiitas, sunitas, kurdos, cristianos, israelíes y laicos), se intrincan con los ataques entre sirios y libaneses, las facciones contra y pro usa, pro o contra Israel. Por otra parte, esa mescolanza incluye la gran diferencia entre partidarios de la lucha armada y negociadores pacifistas, fuerzas armadas gubernamentales y guerrillas o organizaciones terroristas, potencias efectivamente atómicas como Israel o Pakistán ( o firmes aspirantes, como irán) y otros muy mal armados tales como los palestinos. Eso todo sea dicho sin tratar de entender demasiado refinadamente, las alianzas de países árabes o africanos con las nuevas potencias: China, Rusia,India, Brasil, África del sud y otras no tan prominentes.
Entre tanto, las operaciones de llegada de nuevos contingentes militares a los escenarios bélicos de medio oriente, provenientes de los EEUU, Francia, Inglaterra, Canadá y otros, están contribuyendo de prisa para la decadencia de la ONU, de los pactos internacionales universales como los de la convención de ginebra, y la influencia de los diversos tribunales de derechos humanos.
Ahora bien: las atrocidades que fueron y son cometidas, por los armamentos y por los soldados americanos en Irak, no han sido ni son siquiera debidamente denunciadas, ni investigadas, mucho menos punidas; a las mismas hay que agregar las perpetradas en Afganistán, e, indirectamente en el Yemen, Siria, Egipto, ´Libia, Sudán etc., países en plena convulsión en el que los Estados Unidos apoyan a veces a los gobiernos tiránicos dinásticos, a veces a diferentes sectores subversivos y a veces a los dos lados al mismo tiempo. El criterio no consiste en ayudar a quien ético-políticamente lo merece, sino a quien eventualmente puede triunfar y cuidar de los negocios americanos. Obviamente, los otros “lados” provisoria y aparentemente fuera del conflicto, hacen algo parecido. Un caso interesante, en ese sentido fue el de Egipto, cuyo gobierno era aliado incondicional de usa y, al mismo tiempo contrabandeaba mísiles para los palestinos a través de la red de túneles que subyacía a sus fronteras. También el ejemplo que ya mencionamos, de Pakistán puede ser ilustrativo. Las autoridades pakistaníes, no solo deben haber dado las coordenadas para el ataque, sino que permitieron que el comando yanqui que efectuó la operación residiese un buen tiempo en una casa próxima a la de Bin Laden y su grupo para “familiarizarse“ con la escena del asalto. Desde luego el gobierno pakistaní declaró solemnemente que “la próxima vez que tropas extranjeras invadan el territorio pakistaní sin consentimiento del gobierno, tendrán que enfrentar graves consecuencias”.
Creo que podemos llegar ahora a la pieza de ficción que yo entiendo como hiperrealista. Concordando con el raciocinio de muchos analistas contemporáneos. Se dice que el modo como los marines cumplieron con su misión y la manera como ese episodio histórico fue informado por la prensa mundial tiene una tónica obscena y cínica, y justamente, no por eso, menos verdadera.
Obama y su enorme corte de redes, de entidades, de organizaciones, de equipamientos, de asesores, consultores y voceros propios y aliados también ha rastreado al “enemigo público número uno” valiéndose, sin escrúpulo ni ocultamiento alguno, de las informaciones obtenidas de los miembros de Al Qaeda sometidos a meses de torturas en una prisión, Guantánamo, que además mantuvo detenidos a muchos inocentes y fue severamente acusada de ilegalidad por numerosos organismos internacionales oficiales y civiles.
Pero, formando parte esencial de esa tragicomedia, el gobierno de los EEUU declara o no discorda de quien declara: 1) que con la excepción de un guarda en un puesto de avanzada, ningún de los ocupantes de la casa invadida estaba armado en el momento del ataque. 2) que Osama Bin Laden fue dominado y estaba sano y vivo cuando fue ejecutado, al igual que su hijo menor y otro pariente 3) que la residencia fue objeto de fuego cerrado siendo que alojaba a niños y mujeres indefensos (supuestamente usados como escudos humanos siendo que una mujer fue herida) cuyo destino (hasta ahora, una semana después de la operación, es desconocido). 3) el cadáver de Osama, según se afirma muy deformado por disparo efectuados contra su cabeza, “fue tratado con los procedimientos y velado con el ceremonial que la tradición mahometana prescribe”, siendo que esa “respetuosa despedida” incluyó el traslado del cuerpo mar adentro en un lugar desconocido del océano, donde fue arrojado. La noticia del éxito de la misión, desde luego militarmente necesaria, fue tratada en un tono mesurado “porque el gobierno de los EEUU no deseaba que una exposición de las fotografías (y seguramente de la filmación) de la ejecución y del estado del cadáver, pudiese dar la impresión de que un componente de ufanismo vengativo alterase la tesitura mesurada que caracteriza a la gran democracia del norte. También cabía esa esplendorosa modalidad de “entierro”, para que no fuese localizable un lugar donde el cuerpo de terrorista fuese situado y transformable en la meca de los terroristas del planeta.
Permita el lector que el autor de estas líneas declare, con dudoso humorismo, su orgullo y satisfacción al constatar que el procedimiento empleado para producción de “desaparecidos” parece haber sido parcialmente aprendido por el gobierno y las fuerzas armadas de los Estados Unidos de Norteamérica de la dictadura argentina.. Los proyectos camelot cóndor, planeado y asesorado y co-ejecutado por los EEUU, que operó durante más de quince años en países de Latinoamérica se nutrió también de la inventiva de los asesinos locales fardados o no. entre esas joyas de la estrategia, la sepultura en el océano, probablemente creación argentina, ha recibido, con esta acción contra el terror, el estatus de modelo de la intrepidez militar represiva de las Américas.
La legislación brasileña define como crimen hediondo a todo aquel que se perpetra contra un ser humano oportunamente indefenso y por motivaciones que se acercan al ejercicio de una pura crueldad.
Muchos comentaristas afirman que horroroso ataque que aquí comento, fue un golpe mortal para el terrorismo mundial.
La historia dirá que papel cumplió esa ejecución de un indefenso y la posterior ofensa, no menos hedionda, al cuerpo muerto de un criminal político. Las declaraciones oficiales y las de los comentaristas sostienen, contradictoriamente, que tanto Al Qaeda como su líder, tenían una influencia muy restricta en las luchas por la independencia de los países de oriente medio y el norte de áfrica. Por otro lado sostienen que la decapitación del movimiento de ese líder será de enorme importancia en la desarticulación de la red que presidía. Del mismo modo, se sostiene que el merecido castigo (no la venganza, es claro!) al siniestro artífice del 11 de septiembre, compactará al pueblo americano en el combate al terrorismos y dará un nuevo temple a la espada del guerrero yanqui.
Las reacciones de los más diversos segmentos anti-americanos comprometidos en los conflictos de esa triste región, así como los de una gran cantidad de organizaciones de derechos humanos, hacen pensar que los efectos de la incursión son de muy difícil predicción.
Será este ataque el comienzo del fin del terrorismo en medio oriente y en el mundo?....o servirá para el fermento y la multiplicación de una red planetaria intersticial y heterogénea con un “heroico” y “mártir” conductor: abstracto, ubicuo e inmortal. Eso sin olvidar que el difunto ya debe estar re-encarnado entre nosotros.
Me ha parecido sugestivo, muy sugestivo! terminar estas líneas con una breve recordación. En el final de la formidable película “Apocalipsis now” el rebelde coronel kurtz, protagonizado por Marlon Brando, le pregunta al agente militar enviado para ejecutarlo porque aceptó la misión. El encargado responde “ soy un soldado”. El coronel kurtz replica algo así como- “ no existen soldados, usted es un asesino!. Luego ya agonizando, murmura entre sus labios ensangrentados:...”horror....horror....horror...”

Gregorio Baremblitt

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