segunda-feira, 26 de abril de 2010

LA AUTOGESTIÓN Y EL TIEMPO

Por Gregorio Baremblitt
Los “anticuados” recordaremos que cuando Marx define en “El Capital” la plus valía relativa y la absoluta, lo hace por relación al insumo de fuerza de trabajo medida en rendimiento por horas de trabajo y no pagada por el propietario de los medios de producción.
Ese es un tema apasionante, sobre todo cuando hay autores post modernos que de golpe se “acordaron” de conceptualizar que hay una diferencia entre fuerza de trabajo física e intelectual (a la que llaman. Erradamente, inmaterial). Digo “se acordaron”, porque Marx nunca dejó de apuntar esa diferencia y la distinción de régimen de trabajo y salario que implica etc.
Cuando se trata de implantar, o de sustentar, o de desarrollar emprendimientos auto-gestionarios, mediante una gestión democrática directa (consejos, asambleas etc.) entre las muchas objeciones que aparecen, están algunas que son más antiguas que el capitalismo. La más común es la de atribuir la bajas productividades a la “pérdida de tiempo“ de las “ interminables asambleas” y a la “obsesión por el consenso”. Cabe reconocer que eso a menudo ocurre y que por ésa y otras miles de causas, a menudo la comunidad auto-gestionaria no consigue competir con las corporaciones capitalistas o de Estado.
La explicación y la justificación de ésa diferencia, esa aparente “inferioridad” auto-gestionaria casi siempre de debe al “doble objetivo” del trabajo en régimen auto-gestionario. En la autogestión no se trata apenas de optimizar cuantitativa y cualitativamente los resultados del proceso de trabajo. Se trata de no separar jamás ése objetivo de la producción in loco de subjetivaciones democráticas, libertarias, solidarias, fraternas, justas. Si las mismas trabajan para generar productos que no sean mercaderías lo hacen también para criticar e inventar continuamente relaciones de trabajo, liderazgos, estrategias, remuneraciones, tomadas de decisiones, procedimientos, locales, instrumentos, niveles de rendimiento, descanso, diversión, seguridad, pesquiza y así por delante. ESA INSPIRACIÓN ES PÉRDIDA DE TIEMPO CUANDO EL TIEMPO EN JUEGO NO ES EL DEL TRABAJO PARA LA VIDA, SINO EL DE LA VIDA (NO SOLO PARA EL TRABAJO ALIENADO), SINO PARA EL PERFECCIONAMIENTO DE LA MUERTE EN EL TRABAJO. MÁS QUE REPRODUCCIÓN SIMPLE O AMPLIADA DEL CAPITAL, ES UN INVESTIMIENTO RACIONALIZADO EN LA MUERTE LABORAL.